1. En una sartén a fuego medio colocamos la mantequilla y freímos la cebolla finamente picada. Rehogamos durante 10 minutos hasta que esté suave y dorada. Posteriormente añadimos el caldo y dejamos a fuego bajo.

2. Paralelamente hacemos una cruz en la parte inferior de los tomates, los escaldamos en agua hirviendo y los pelamos con cuidado una vez se hayan enfriado. Después extraemos las pepitas y el jugo del tomate en un vaso, quitamos las pepitas y mezclamos el juego con la carne picada en trozos.

3. Añadimos la pulpa de tomate y el jugo a la sartén y freímos durante 8 minutos a fuego medio hasta conseguir una salsa espesa. A continuación agregamos el arroz y el romero y revolvemos. Sumamos después el vimos vamos mezclando hasta que se absorbe.

4. Vamos añadiendo poco a poco dos cucharones de caldo caliente y revolviendo suavemente. Repetimos esta acción las veces que sea necesario (20 minutos aproximadamente) hasta que el arroz esté tierno y cremoso.

5. Sacamos del fuego y sumamos el queso parmesano y la mantequilla restante y vamos batiendo con una cuchara de madera hasta conseguir el punto perfecto.