1. Cortamos los tomates en cuartos y los trituramos en un bol con la batidora hasta obtener una salsa líquida. Posteriormente pasamos por el colador para quitar posibles trozos de piel o pepitas.

2. Al mismo tiempo mezclamos el pan duro con el resto de ingredientes líquidos de la receta de salmorejo para que quede bien empapado.

3. Posteriormente añadimos el ajo pelado a la salsa de tomate y vamos añadiendo el pan y batiendo hasta conseguir la densidad deseada.

4. Introducimos el salmorejo al frigorífico durante un tiempo para poder servirlo fresco. Generalmente se acompaña en la presentación con virutas de jamón fritas y huevo duro troceado.