1. Pelamos la cebolla, la picamos en tiras y la rehogamos a fuego lento en una sartén hasta que coja color.

2. En recipiente trituramos con la batidora los dientes de ajo, los piñones y la albahaca y vamos añadiendo el aceite hasta obtener una crema untuosa.

3. Estiramos la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta que tenga la forma deseada.

4. Forramos el molde con la masa, pinchamos el fondo y dejamos enfriar en el congelador durante 10 minutos. Posteriormente lo cubrimos con papel aluminio y horneamos 10 minutos a 220º.

5. Sacamos la masa y untamos el fondo con la mostaza y añadimos la mozzarella y el queso de cabra, colocamos la cebolla y los tomates cortados en finas rodajas y rociamos con la crema.

6. Horneamos 20 minutos a 200º y cuando esté dorada sacamos la tartaleta de tomate y la espolvoreamos con orégano y pimienta.

El tomate en rodajas conviene dejarlo reposar sobre papel de cocina para que pierda un poco de líquido y no ablande demasiado la masa de la tartaleta de tomate